Sin embargo, el café se encuentra en una encrucijada. Hay más consumidores de café que nunca en el mundo, pero cada año, el cambio climático, las enfermedades y la disminución de los recursos naturales dificultan cada vez más el negocio del cultivo de café.
En 2013, Starbucks® compró una finca de café en Costa Rica llamada Hacienda Alsacia para comprender mejor estos desafíos y buscar soluciones. Desde entonces, la finca se ha convertido en un centro global de investigación y descubrimiento: descubrimientos que el equipo espera que ayuden a los caficultores de todo el planeta y a los desafíos continuos a los que se enfrentan.
LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
'Los problemas más complicados que tenemos ahora son el óxido (de la hoja del café) y el cambio climático. Nos ha afectado mucho', dijo Raúl Blanco, un agricultor de 22 años de Costa Rica que vende café a Starbucks®.
Blanco, productor de café de séptima generación, dijo que nació ente cafetales y sigue dedicado al futuro de la cosecha y la tierra de su familia. También le encanta imaginar que el café de su familia llega a las tazas de los consumidores de café de todo el mundo.
'Nunca en mi vida he pensado en dejar el cultivo de café', dijo Blanco. “Al contrario, siempre he tratado de buscar formas de subsistir como caficultor, de mejorar día a día, para hacer la finca más rentable, más económica y siempre cuidando el medio ambiente. Cada grano de café, cada arbusto de café, cada camión lleno que sacas todos los días es para que alguien en algún lugar del mundo lo disfrute, para que alguien que está tomando una taza de café pueda deleitarse con él'